Show me love

(...) know why

estas semanas han pasado bastantes cosas no fotografiables, de entender y de no entender, geniales y buenas y no tan buenas y agobiantes de llorar, tiburones muertos con muchos disfraces, impotencia, desconcierto, dinero en los bolsillos, mi primera entrevista de trabajo, sorpresas buenas, reencuentros, ilusiones, terremotos, ovillos que empiezas a desenrollar y un ovillo que ya has desenrollado y se ha convertido en un simple hilo largo del que puedes atrapar su principio y su final, kilos de patatas bravas compartidas, claridad mental, lluvia y frío y viento y humedad, chocolate negro, me cortó el pelo una mujer que me cayó muy bien porque pensé que encajaba en mi familia, mi cerebro decidió que estaba bien pasar un tiempo sin hablar con hombres solteros heterosexuales en una especie de detox que desde hace tiempo estaba necesitando, quiero música nueva que se me clave como agujas y necesito palabras no habladas que pueda hacer mías, me he vuelto antidroga definitivamente porque ha destrozado cualquier nostalgia de futuro imaginable en personas a las que tengo/tenía mucha estima, infinitas gracias a mis amigas y familia de Valencia por aquel viaje tan cálido y gracias homie por hacer de esta última semana un hogar, esto ha sido una confesión y the best is yet to come.